El Amor Muerde
Compartimos lo que ahora se cruza un instante y cae en picado al suelo. Auténticos desconocidos para aquel que nos mire, uno de tantos que jamás sabrá que nos hemos convertido en tristes reflejos.
Sueño con tus ojos a veces. Me delatas pensando en el ayer que a menudo me saluda. Intentas odiarme, siendo consciente de que no debes.
¿Tú también la has visto, verdad?
Es la cascada de lágrimas secas y mudas, pero que susurran a nuestros oídos en todo momento… “Sí. Es tu fracaso”.